«ADN Canino consigue en poco tiempo una reducción de los excrementos en las calles del 80%»
La experiencia en la administración pública dejó un aprendizaje a Enrique Perigüell: los excrementos caninos tiraban por tierra todo el trabajo de los ayuntamientos en la limpieza viaria. Fruto de esa lección se puso a trabajar en un proyecto que pusiese coto a un acto tan incívico como extendido: el no recoger las cacas de perro. El resultado es ADN Canino, un sistema pionero de identificación genética de los canes que permite identificar mediante un simple análisis a los responsables de estos actos incívicos que dañan la imagen de pueblos y ciudades; y que, a su vez, facilita también la lucha contra el abandono y el maltrato animal.
¿Qué llevó a Enrique Perigüell a poner en marcha un proyecto como ADN Canino?
Trabajando para la administración publica en el área de servicios públicos observé que una de las mayores reclamaciones vecinales en materia de limpieza era el abandono de los excrementos caninos. Concluí entonces que esta problemática necesitaba una solución, puesto que el gran esfuerzo de los ayuntamientos en materia de limpieza viaria se veía perjudicado por esta acción incívica que no terminaba ni siquiera a pesar de los grandes esfuerzos en campañas de concienciación llevados a cabo por las administración.
Imaginamos que ver las calles llenas de heces (y pisar unas cuantas) tuvo algo que ver en ello también. Como comentabas, ¿se han convertido esas heces de perro en un problema de convivencia y limpieza en las ciudades?
Por supuesto. La salubridad en parques, calles queda mermada y la imagen de suciedad de las mismas hacen necesario dar una solución.
¿Qué puede aportar ADN Canino a ese respecto?
Mucho, pero básicamente una herramienta eficaz para erradicar este problema de raíz, puesto que hasta la fecha los medios actuales solo permiten detectar a un infractor por medio visual de un agente que le pilla in fraganti), lo que complica mucho las cosas. Qué mejor que un sistema de identificación genético único para cada perro que permita identificar mediante un sencillo análisis a la persona responsable del comportamiento incívico.
El proyecto está muy centrado en el control de excrementos en las calles, pero, sin embargo, la identificación de los perros por ADN también aporta otras muchas ventajas para ciudadanos y mascotas: ¿Cuáles destacarías como las más importantes?
Efectivamente, el proyecto está enfocado a solucionar uno de los grandes problemas de la vía publica: las heces de perro. Pero además este proyecto también permite mejorar la identificación inequívoca del perro para su protección contra los abandonos o el maltrato. Estamos convencidos de que un sistema de identificación basado en el actual chip más nuestra tecnología de ADN es una herramienta muy valiosa para luchar contra el abandono, el robo y el maltrato animal.
Cada vez son más las ciudades y municipios españoles que se unen al censo canino. ¿Va España por detrás o por delante de otros países europeos en este aspecto?
España va muy por delante en este aspecto. Nuestra herramienta la diseñamos hace 5 años y en este tiempo nos hemos dedicado con gran esfuerzo a implementarla por varias ciudades españolas, trabajando muy duro y realizando mejoras para dar un servicio excelente a nuestros clientes y a los municipios que confían en nuestros servicios.
En el año 2016 pusimos en marcha el servicio en Gibraltar, donde seguimos prestando el servicio. Para el año 2021 tenemos como objetivo poner en marcha alguna ciudad fuera de España, en concreto en Italia y Francia. En Europa empieza a ver expectativa a raíz de los resultados cosechados en ciudades como Málaga.
¿Qué dirías que es lo que más destacan de ADN Canino los dirigentes y los ciudadanos de los pueblos y ciudades en los que está implantado el programa?
Conseguimos en poco tiempo que los excrementos en las calles se reduzcan en más de un 80%, así que esto es lo que coinciden en destacar los ciudadanos y los dirigentes políticos que decidieron poner en marcha esta iniciativa.