ADN Canino, la mejor herramienta para que los ayuntamientos hagan cumplir la nueva Ley de Bienestar Animal
En el capítulo II artículo 26 de la nueva Ley 7/2023, de 28 de marzo, de protección de los derechos y el bienestar de los animales, que recoge las obligaciones específicas con respecto a los animales de compañía, se estipula que los titulares o personas que convivan con animales de compañía “tienen el deber de protegerlos, así como la obligación de cumplir lo previsto en la presente ley y en la normativa que la desarrolle”. En ese sentido, la Ley establece 10 supuestos, entre ellas:
-Adoptar las medidas necesarias para evitar que su tenencia o circulación ocasione molestias, peligros, amenazas o daños a las personas, otros animales o a las cosas.
-Evitar que los animales depositen sus excrementos y orines en lugares de paso habitual de otras personas, como fachadas, puertas o entradas a establecimientos, procediendo en todo caso a la retirada o limpieza de aquéllos con productos biodegradables.
En ese sentido, creemos que ADN Canino es la mejor herramienta existente en el mercado para que los ayuntamientos puedan hacer cumplir la nueva Ley de Bienestar Animal, al menos en estos dos puntos citados anteriormente.
Lo es porque nuestra herramienta de censo genético canino mejora la convivencia entre perros y ciudadanos en los municipios en que el sistema está instaurado.
Y lo es porque esa mejora de la convivencia se produce porque ADN Canino ayuda a mantener las calles más limpias, salubres y con una mejor imagen por la ausencia de heces. Ayuntamientos de grandes ciudades que ya han probado nuestro método como los de Málaga, Alcalá de Henares, Collado Villaba, Cornellá o Paterna reportan una reducción de un 80% en las heces abandonadas en la vía pública apenas unos meses después de la entrada en vigor de la medida. Es decir, que si llevamos ese porcentaje a cifras contantes y sonantes podríamos afirmar sin exagerar que cuatro de cada cinco heces abandonadas en las calles desaparecen de las mismas gracias al poder disuasivo de ADN Canino. Que se dice pronto.
Estas cifras, corroboradas en los últimos municipios que se han sumado a nuestra revolución, demuestran el rápido impacto que tiene ADN Canino sobre la limpieza de los municipios y ciudades en que es aplicado y, más concretamente, sobre el abandono de heces de perros sin recoger en las calles, uno de los aspectos centrales de la nueva Ley de Bienestar Animal.
Y lo mejor está por venir. Y es que, como no se cansa de repetir nuestro CEO Enrique Perigüell, “cuantos más perros consigamos tener en nuestra base de datos genética, mejor podemos llegar a conseguir dar nuestro servicio”. Al fina, tener al máximo número de perros censados no sólo sirve para poner coto al problema de las heces en la vía pública, las cuales ocasionan molestias y son focos de posibles contagios vía zoonosis, sino que también puede ayudar a solucionar casos de abandono y maltrato animal, casos de ataques de perros a ganado o a personas, y casos de robos de perros para su venta en el mercado negro, un problema creciente y que afecta sobre todo a las razas de perro destinadas a la caza. Algo contra lo que también quiere luchar la nueva Ley de Bienestar Animal.