ADN Canino, una garantía para proteger los derechos de los perros
Un ya lejano 15 de octubre de 1978, la Liga Internacional de los Derechos de los Animales proclamó la Declaración Universal de los Derechos de los Animales, una declaración que posteriormente fue aprobada por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) y la Organización de las Naciones Unidas (ONU). El texto original consta de un preámbulo y catorce artículos que sintetiza los derechos básicos de todo animal, entre ellos el derecho a la vida, a la libertad, al no sometimiento a situaciones que les generen dolor o el derecho a no ser maltratados y abandonados.
Lo normal, si atendemos a la lógica de los días mundiales, es que el Día Internacional de los Derechos de los Animales se celebrara el 15 de octubre, para conmemorar el aniversario de la declaración. Sin embargo, los organizadores de la efeméride prefirieron hacerla coincidir con el Día Internacional de los Derechos Humanos, una forma de dar el valor y la notoriedad que merecen a los derechos de los animales.
ADN Canino, una garantía para los derechos de los perros
España ocupa uno de los primeros lugares en la lista negra de países europeos donde se produce una mayor tasa de abandono animal. Según los datos del estudio ‘El nunca lo haría’ de la Fundación Affinity, en España se abandonan 138.000 animales cada año, de los cuales un alto porcentaje son perros.
En ese contexto consideramos que nuestra herramienta de censo genético canino puede ser una garantía para proteger los derechos de los perros, especialmente en lo referente a evitar el abandono y el maltrato animal. ADN Canino suele venderse en muchos municipios como una herramienta para acabar con la suciedad en las calles derivada de las heces de perros sin recoger. Sin embargo, el objetivo de la identificación de los canes por su ADN va mucho más allá y, además de mejorar la convivencia y la limpieza viaria, tiene como una de sus metas primordiales el bienestar y la protección animal.
Herramientas como ADN Canino parten de una profunda toma de conciencia de la problemática para buscar medidas que acaben de una vez con actos delictivos como son el maltrato y el abandono animal. La meta es acabar al 100% con ellos o, al menos, garantizar que estos actos no quedan impunes porque, en última instancia, como decimos, nuestro objetivo como empresa es mejorar el bienestar animal promoviendo una tenencia responsable de mascotas.
En ese sentido, obtener un censo genético canino completo de una determinada zona supone un impulso único para la seguridad animal al asegurar que se puede identificar al responsable de un abandono o del maltrato a un perro aunque éste le quite el microchip para eliminar pistas (cosa que, como decíamos antes, hoy ocurre en un 90% de los abandonos). La huella genética de cada una de las mascotas censadas, unida al microchip, permite que muchos de los actos incívicos o incluso delictivos cometidos contra animales que hoy se quedan sin solución puedan ser identificados inequívocamente.