Carta perruna a sus majestades los Reyes Magos

Queridos Reyes Magos,

Os escribo en nombre mío y de muchos otros perros, para no complicaros la vida con tanta carta y no gastar tanto papel. Como veis, estamos muy concienciados con la sostenibilidad del planeta, que no se diga. Y, además, nuestras cartas tampoco iban a diferir mucho unas de las otras, que somos animales sencillos y de gustos relativamente baratos.

En primer lugar, como en toda buena carta a los Reyes que se tercie, nos gustaría dejar por escrito una serie de peticiones socialmente deseables. Los niños suelen pedir que se acaben las guerras, que no haya pobreza, que todos los pequeños del mundo puedan tener sus regalos, etc. Nosotros vamos a pediros lo mismo, por supuesto, pero además y barriendo para casa os vamos a pedir que de una vez por todas se ponga fin al maltrato animal y que las tasas de abandono de nuestros compañeros desciendan hasta cifras soportables. Si nosotros nunca lo haríamos, no entendemos por qué algunas personas sí que lo hacen con nosotros. Si supieran el daño que nos hacen…

Este último año hemos sido muy buenos, ya lo sabes. Bueno, alguna trastada que otra hemos hecho, pero lo normal, vaya, tampoco nada escandaloso como para dejarnos sin regalos. Por eso, porque hemos sido muy buenos, os querríamos pedir que tuvierais una serie de detallitos con nosotros, para que el Día de Reyes se nos disloque la cola si hace falta de tanto moverla en señal de felicidad.

A saber:

-Los miles de perros a los que represento y yo os pedimos unos cuantos botes y paquetes de comida gourmet, que somos sencillos, sí, pero no tontos. Así que de vez en cuando también nos gusta pegarnos homenajes gastronómicos perrunos. Como a todos los bichos vivientes.

-También os vamos a pedir un nuevo peluche al que “maltratar” desde el cariño con nuestros juegos, que el del año pasado ya está hecho una ruina y cada vez que jugamos con él nos tragamos el relleno. Si son dos, mejor. Ya lo sabéis.

-Ah, esto no es un objeto físico como tal, pero como sois magos hemos pensado que igual podéis tocar algo en el cerebro de nuestros humanos para que nos presten más atención y nos dediquen más tiempo de juego. Que cuando salimos a pasear se emboban con los móviles y ni caso nos hacen. A veces hacemos caca y no se dan ni cuenta. Con eso os lo decimos todo.

-No sé si estamos pidiendo mucho, pero os prometemos que este ya es el último deseo, de verdad. Es que hablando de cacas hemos recordado que no nos gusta que nos señalen como animales que ensucian las calles. ¡No es nuestra culpa! Por eso, ya que estáis puestos, a ver si conseguís instaurar el censo genético canino en más pueblos y ciudades durante este 2021, que nos hemos enterado que después de implantarlo las calles están más limpias y la gente ya no nos señala por las heces que nuestros humanos olvidan recoger mientras miran la pantalla del móvil.

En fin, con esto creemos que es más que suficiente. Tampoco ha sido tanto, ¿no?

Gracias por vuestra ayuda, queridos Reyes Magos.

Un abrazo muy grande de vuestros amigos los perros.