La sostenibilidad de los entornos urbanos empieza por pequeños gestos como recoger las heces de perros
Hoy en día, según los últimos datos disponibles, sabemos que más de la mitad de la población mundial (un 54% o, lo que es lo mismo, 4.000 millones de personas) vive ya en entornos urbanos. Las estimaciones, de seguir la tendencia actual, indican que para 2050 dos de cada tres personas vivirán en ciudades. Fruto de esa realidad, la Asamblea General de la ONU proclamó en 2014 la celebración cada 31 de octubre del Día Mundial de las Ciudades, una efeméride que tiene el objetivo de promover el desarrollo sostenible de las mismas.
Como solemos decir desde ADN Canino, cuando hablamos de sostenibilidad solemos referirnos a grandes proyectos o iniciativas como la reducción del consumo de plásticos, el fomento de la compra de productos agroalimentarios de proximidad y de temporada, el cambio de nuestra forma de movilidad por una más sostenible, etc. Pero nuestra pregunta es: ¿no es también sostenibilidad recoger las heces de nuestros perros para tener unas calles más limpias y unas ciudades con una mejor imagen y que inviten a ser vividas sin tener la sensación de que caminas por un campo minado?
Partiendo de esa base, y con motivo de la celebración del Día Mundial de las Ciudades, desde ADN Canino queremos reivindicar nuestra herramienta de Censo Genético Canino como un arma poderosísima para contribuir a la limpieza de las calles de pueblos y ciudades y, con ello, a la sostenibilidad de la vida urbana.
Como suele contar nuestro CEO, Enrique Perigüell, su trabajo en la administración pública, concretamente en el área de servicios públicos, le permitió comprobar que una de las mayores reclamaciones vecinales en materia de limpieza era el abandono de los excrementos caninos. Fruto de esa certeza surgió ADN Canino, cuya aplicación tiene un impacto espectacular y muy rápido en todos aquellos municipios que ya han apostado por nuestra herramienta de censo genético canino para mejorar la imagen y la convivencia en sus calles. En muy pocos meses, de hecho, la reducción de excrementos en las vías públicas alcanza porcentajes de más del 80 por ciento. Es decir, que si llevamos ese porcentaje a cifras contantes y sonantes podríamos afirmar sin exagerar que cuatro de cada cinco heces abandonadas en las calles desaparecen de las mismas gracias al poder disuasivo de ADN Canino.
Estas cifras, corroboradas en los últimos municipios que se han sumado a nuestra revolución, demuestran el rápido impacto que tiene ADN Canino sobre la limpieza de los municipios y ciudades en que es aplicado y, más concretamente, sobre el abandono de heces de perros sin recoger en las calles; lo que, a su vez, también tiene un impacto directo sobre la sostenibilidad.
Así que, como los grandes retos comienzan por pequeñas acciones, desde ADN Canino nos sumamos a la celebración del Día Mundial de las Ciudades reivindicando el potencial de nuestro censo genético canino para mejorar la vida de las personas en los entornos urbanos.