Los perros no escapan a la depresión

El 13 de enero se celebra el Día Mundial de Lucha contra la Depresión, un trastorno psicológico que afecta a más de trescientos millones de personas en el mundo, que es considerado como la primera causa mundial de discapacidad y que, además, tiene una incidencia notable en las tasas de mortalidad y morbilidad. Se habla mucho (también lo hemos hecho nosotros en este mismo blog) de los beneficios que tener un perro aporta a la salud mental de las personas. No se habla tanto, sin embargo, de que la depresión es un trastorno psicológico que también afecta directamente a los perros.

Según explican desde The American Veterinary Society of Animal Behavior, la depresión en los perros tiene síntomas similares a la depresión en los seres humanos. Teniendo en cuenta ese extremo, las señales más comunes que podrían llamar la atención de sus dueños serían:

-Cambios en los hábitos de alimentación y sueño: comen mucho más o mucho menos de lo que lo hacían normalmente, lo que les puede llevar a ganar o perder mucho peso en poco tiempo. Algo similar suele ocurrir con el sueño, aunque en este caso lo habitual es que tiendan a dormir mucho más. No obstante, hay perros que manifiesta la depresión con más nervios, lo que les impide conciliar el sueño con la facilidad con que lo hacían antes.

-Comportamiento antisocial y de ausencia: los perros con depresión suelen mostrar bastante desinterés por salir a pasear a la calle y por relacionarse con otros canes, tanto en la calle como en el propio hogar.

-Falta de interés en actividades que le solían gustar: a un perro con depresión, como nos suele pasar a los humanos, de repente le dejan de entusiasmar las actividades que antes le volvían loco. Pierde el interés por ellas sumido como está en una tristeza insondable.

Consejos para ser el mejor amigo del perro cuando éste más te necesita

Como en el caso de los humanos, existen fármacos para combatir la depresión, pero en primera instancia siempre es mejor probar otras alternativas. Entre ellas:

1. Pasar más tiempo con tu perro y dedicarle más tiempo de juego. Muchos perros pasan muchas horas solos cada día. Estar más tiempo con él seguro que le alegrará las jornadas.

2. Aunque no muestre mucho interés, intenta hacer las cosas que le gustan y llevarlo a lugares donde se puede relacionar con otros canes. El estímulo constante puede ser una alternativa contra el desinterés.

3. Dale cariño. A veces todo lo que un perro necesita, como nos pasa a cualquier de nosotros, son abrazos, caricias y gestos cariñosos.

4. Recompensa sus actitudes positivas con caricias y gestos amorosos, pero sin excederte.

5. Regálale nuevos juguetes que rompan la rutina y le permitan estar entretenido cuando se