Por qué las cacas de los perros de hace unas décadas eran blancas
En ADN Canino somos expertos en “cacas”. Al menos en analizar esas cacas para encontrar la huella genética del perro y, a través de ella, a la persona responsable del acto incívico de no recoger esa hez depositada por su mascota en una calle o un parque.
Hasta la fecha hemos analizados miles de heces en busca de un patrón genético que coincida con el de los perros que tenemos censados en nuestra base de datos. Cacas de diferentes tonalidades, que van desde el verde al negro, pasando por el marrón, pero ninguna blanca. Normal, diréis. Pues depende, la verdad. Normal hoy, sí. Pero no hace unas décadas, cuando lo “casi” normal era encontrarse con heces de perro blancas en muchas calles. ¿Os acordáis?
En el portal iflscience.com explican el porqué de esas cacas blancas, algo que, como podréis intuir, tiene mucho que ver con la alimentación. Y es que hace no tanto -menos de lo que nos gustaría pensar-, la comida para perros estaba repleta de harina de carne y huesos ricos en calcio. Este mineral es bueno para los perros -como lo es para nosotros, los humanos-, pero hasta cierto punto, claro, ya que el organismo tiene un límite a la hora de procesarlo y absorberlo. Ese límite se sobrepasaba de forma importante con las rutinas dietéticas de entonces y el resultado eran las cacas blancas.
Y ojo, que no es que los perros hiciesen cacas blancas, no (Si del culo de tu perro sale una caca blanca, corre al veterinario). Las cacas eran del color de las de hoy, pero digamos que al “hornearse” al sol, como si fuesen un bizcocho, el agua de la hez se evaporaba, dejando espacio al calcio, que acababa dando a la caca ese peculiar recubrimiento blanco.
Si hoy ya no vemos esas bolas de caca blancas en nuestras aceras es, simplemente, por un cambio en la dieta de nuestras mascotas. Afortunadamente para los perros. Numerosas investigaciones han demostrado en los últimos años que aumentar el volumen de los alimentos comerciales para mascotas con harina de huesos barata no es la mejor opción. Gracias a eso nuestros perros tienen una alimentación más equilibrada y un aporte más razonable de calcio… y ya no vemos cacas blancas.