Ventajas del censo genético canino en la reducción de heces en las calles
En 2019 la OCU hizo público su sexto estudio sobre la limpieza viaria de las ciudades españolas y en el mismo volvía a constatar una realidad innegable: que los excrementos de las mascotas son el factor más influyente a la hora de percibir una ciudad limpia. De hecho, la suciedad de las calles es una de las principales quejas y preocupaciones de los vecinos de pueblos y ciudades, sobre todo en lo referente a la proliferación de heces de perro sin recoger por aceras, parques y jardines. Tanto es así que, como suele explicar nuestro CEO, Enrique Perigüell, los excrementos caninos acostumbran a tirar por tierra todo el trabajo de los ayuntamientos en la limpieza viaria.
Es cierto que muchos ayuntamientos llevan desde hace tiempo imponiendo multas disuasorias para evitar que los propietarios de perros dejen las heces de sus mascotas sin recoger, pero la realidad es que estas medidas por sí solas tienen un éxito muy limitado, ya que se basan en una prueba visual (un agente de policía que pilla a un vecino cometiendo este acto incívico) que normalmente es difícil conseguir.
En ese sentido adquiere más importancia si cabe nuestra herramienta para la creación de censos genéticos caninos en los municipios y ciudades a partir de la identificación genética de los canes, una solución barata y sencilla que sirve para mejorar la vida y la convivencia de nuestras mascotas y los ciudadanos en los municipios.
Reducción espectacular de heces en las calles
El censo genético canino tiene un impacto espectacular y muy rápido en todos aquellos municipios que ya han apostado por ADN Canino para mejorar la imagen y la convivencia en sus calles. En muy pocos meses, la reducción de excrementos en las vías públicas alcanza porcentajes de más del 80%.
¿Por qué se produce esta mejoría tan llamativa? Por una sencilla razón: con nuestro método, y gracias al censo genético, es posible identificar con mucha facilidad al propietario del animal que ha incumplido su obligación de recoger los excrementos. Basta con que la policía local o los servicios municipales recojan el excremento para realizar un análisis de ADN del mismo que conducirá al infractor.
Pero la imagen del municipio no es la única que gana con la implantación del censo genético canino. Los propietarios también salen ganando, porque si por algún motivo pierden a su perro, será más fácil localizarlo. Y los perros también ganan, ya que si son abandonados o maltratados por sus propietarios se podrá dar con el infractor de forma rápida y sencilla.
Todos ganan y nadie pierde con ADN Canino.