Ventajas del censo genético canino respecto al microchip
Cada vez más ciudades y municipios españoles se suman a la revolución que planteamos desde ADN Canino para censar a los perros que conviven con los vecinos de estas localidades con el objetivo de tener un mayor control sobre los mismos y para poder poner coto a la epidemia de heces que lastra la imagen de nuestras calles. Una epidemia que, además, supone también un riesgo para nuestra salud por su capacidad para transmitir enfermedades. Y es que no hay que olvidar que seis de cada diez enfermedades humanas son de origen zoonótico y que las heces son, precisamente, las excreciones animales que se constituyen como principales fuentes de contagio para casi todas las enfermedades infecciosas y parasitarias que afectan a nuestras especies domésticas.
Apuesta conjunta: ADN + Microchip
La implantación del censo genético canino no quiere decir que el tradicional sistema de control de mascotas, el microchip, ya no sirva. Todo lo contrario: en ADN Canino consideramos que ambos sistemas son compatibles y que nuestro censo genético canino por ADN es un complemento ideal al actual sistema, ya que la unión de ambos garantiza al 100% la fiabilidad de la identificación de los canes.
No obstante, sí que consideramos que el censo genético canino ofrece muchas ventajas respecto al microchip a la hora de identificar a los perros. Unas ventajas que se observan sobre todo en dos aspectos fundamentales. Por un lado, a diferencia del microchip, la huella genética no puede ser manipulada o extraída. Por otro, y relacionado con el punto anterior, la huella genética es única en cada perro y se encuentra en todas sus células, por lo que no existe el riesgo de error en la identificación.
Estos puntos fuertes de nuestro sistema, que recordamos que obtiene la muestra de ADN de los canes de forma indolora y no invasiva, garantizando el óptimo bienestar del animal, se traduce en ventajas para todos los implicados en la implantación del censo genético canino:
Para los ayuntamientos:
Porque pueden acabar con la pandemia de heces en sus municipios al poder asociar las encontradas en las calles, de forma inequívoca, a unos perros concretos, pudiendo sancionar correspondientemente a los propietarios de mascotas infractores.
Para los vecinos:
Porque este método acaba con el “todos los propietarios de perros son iguales” (ya que ahora sólo los que tengan comportamientos incívicos son “señalados” con sanciones) y porque en caso de pérdida o sustracción de sus mascotas, la huella de ADN de las mismas puede contribuir notablemente en su búsqueda.
Para los perros:
Porque el censo genético canino es una apuesta por el bienestar y contra el maltrato animal. Con este nuevo sistema lo propietarios no pueden abandonar a sus mascotas, porque por mucho que les arranquen el microchip, éstas podrán ser identificadas. Además, las muestras de ADN también permiten seguir la huella, mediante filiación y parentesco, de los autores del abandono de camadas y crías aún no censadas, o del maltrato a estos animales, como estamos demostrando en Málaga.